¡A los ganaderos y los empleados de la ganadería les encanta disponer de protocolos de tratamiento a nivel de granja! Estos protocolos proporcionan directrices sobre el enfoque correcto que debe aplicarse a las vacas enfermas, por ejemplo, cómo tratar una vaca con mastitis clínica. También reducen el riesgo de administrar el tratamiento incorrecto o la dosis incorrecta, o de tratar una vaca que no lo requiere. A los ganaderos les gusta saber exactamente qué deben hacer y ver que los resultados del tratamiento mejoran. Un protocolo de tratamiento a nivel de granja es una lista que describe el tratamiento óptimo para afecciones de salud específicas, y que se elabora de forma personalizada para cada explotación. El tratamiento de una afección de salud consta de dos componentes principales:
  • Cuidado de la salud general Administrar los cuidados adecuados al animal, garantizando su comodidad y una alimentación e hidratación correctas, al menos hasta que haya recuperado completamente la salud. Aunque los planes de tratamiento a nivel de granja suelen centrarse en el tratamiento médico, un buen cuidado de la salud general constituye una parte esencial del cuidado del animal.
  • Tratamiento médico ¿Qué medicación debe administrarse, cuándo, cómo y durante cuánto tiempo? ¿Durante qué períodos deben desecharse la leche y la carne del animal?

Enseñar a los clientes a aplicar la medicación de manera correcta e higiénica 

Al establecer un protocolo de tratamiento, debe tenerse en cuenta lo siguiente:
  • La aportación del veterinario es esencial: cómo ayudar al ganadero
  • Asesoramiento, formación y seguimiento
  • Normas para planes de tratamiento: el caso de la mastitis

La aportación del veterinario es esencial: cómo ayudar al ganadero

Los planes de tratamiento a nivel de granja siempre los establece el veterinario de la explotación. Es indispensable la experiencia veterinaria para decidir qué tratamiento se debe administrar. Además, resulta esencial tener un buen conocimiento previo de la granja en cuestión para garantizar que el tratamiento sea el idóneo. Esto incluye:
  • Conocimiento del estado de salud de los animales
En base al historial de salud de la granja, el veterinario debe tener claro qué especie o grupo de bacterias es más probable que esté provocando la mastitis clínica en esa determinada granja. El veterinario, además, también debe evaluar el riesgo de infección y si debe tenerse en cuenta la posibilidad de resistencia a los antimicrobianos.
  • Conocimiento de la forma de trabajar
La elección del primer tratamiento más adecuado depende de cómo esté organizada la explotación. En granjas con robots de ordeño, administrar tratamientos intramamarios requiere más trabajo que en granjas con sala de ordeño. Por ejemplo, las granjas equipadas con robots a menudo preferirán las soluciones intramamarias de acción prolongada o el tratamiento parenteral. Algunas granjas con salas de ordeño permitirán que los ordeñadores administren el tratamiento durante el ordeño, mientras que en otras granjas esta tarea la realiza por separado un trabajador de la granja específicamente designado. Todos estos factores tienen una repercusión en el plan de tratamiento que deba establecerse.
  • Implicar al ganadero y a los empleados de la ganadería
Puesto que será el ganadero y los empleados de la ganadería los encargados de administrar los tratamientos, es fundamental conocer de antemano sus capacidades. Además, deben recibir formación e instrucción, y los planes de tratamiento deben ajustarse en consecuencia.

Enseñar a los ganaderos a aplicar la medicación de manera correcta e higiénica

¡En caso de duda, «consulta al veterinario»! Todos los planes de tratamiento deben tener una opción que indique: «Consulta al veterinario». La etapa en la que debe tener lugar esta consulta diferirá según la granja. Algunos ganaderos prefieren confiar en su veterinario, mientras que otros quieren ser capaces de administrar el tratamiento ellos mismos.

Asesoramiento, formación y seguimiento

El momento de la presentación del plan de tratamiento de la explotación al ganadero constituye una excelente oportunidad para debatir todos los aspectos de dicho tratamiento:
  1. Qué medicamentos debe tener el ganadero en stock y en qué cantidad
  2. Almacenamiento correcto de medicamentos e instrumentos;
  3. Cómo se debe administrar la medicación y qué materiales se requieren, p. ej. – Sondas intramamarias: guantes, desinfectantes, selladores de pezones; – Inyecciones intramusculares y subcutáneas: agujas, jeringas, almacenamiento, eliminación de objetos punzocortantes; Enseñar a los clientes a inyectar medicación de manera correcta e higiénica
  4. Administración de tratamientos. Practicar la administración de medicación con el ganadero para garantizar que se realice de manera segura y efectiva.
  5. Cómo verificar (¡y volver a verificar!) que la leche de los animales en tratamiento se separa
  6. Configuración de un sistema inteligente para el marcado de las vacas
  7. Configuración de un sistema inteligente para la comunicación, como el uso de tableros de mensajes
  8. Establecer un sistema de seguimiento de los resultados del tratamiento para monitorizar la salud de las vacas y las ubres, además del estado del patógeno de la mastitis a nivel de granja.
 
Foto Colocación de una banda en la pata de la vaca en la zona de tratamiento
Establecer un sistema inteligente para el marcado de las vacas es una parte esencial del plan de tratamiento de la granja.
La mayoría de los ganaderos se sienten inseguros a la hora de tener que administrar los tratamientos ellos mismos, y estarán contentos de poder de recibir formación y apoyo por parte de sus veterinarios para garantizar que llevan a cabo el plan de la mejor manera.
  • Inserción de un tubo intramamario
  • Aplicar una inyección intramuscular
  • Tomar una muestra de leche

Normas para planes de tratamiento a nivel de granja – el caso de la mastitis

Como todo plan de tratamiento a nivel de granja, el plan para abordar la mastitis clínica debe responder a la pregunta «¿qué debo hacer y cuándo?» Lo más probable es que el ganadero ya se haga esta pregunta en la sala de ordeño. Por lo tanto, es esencial aplicar las observaciones que los ordeñadores comuniquen y especificarlas para definir las categorías de mastitis clínica. Por ejemplo, el ordeñador puede haber observado la calidad de la leche, la hinchazón y dolor de la ubre y la producción de leche. También puede fijarse en el comportamiento de la vaca: ¿está animada y atenta, o se la ve apagada y ausente? El ordeñador también puede tomar la temperatura corporal de la vaca. De hecho, este debería ser siempre el primer paso después de notar que la leche que produce esa vaca es anormal. El número de categorías que se da a un plan de tratamiento a nivel de granja depende en gran medida del número de tratamientos que el ordeñador puede administrar. Pero, como regla general: lo mejor es crear la menor cantidad de categorías posible y no más de cuatro para la mastitis clínica. El 99 % de las explotaciones solo requieren tres o cuatro categorías. A continuación, se muestra un ejemplo:

Marcado de las «reincidentes»

Las vacas con «mastitis muy leve» crónica deben ser marcadas. Si siguen mostrando síntomas de mastitis leve después de tres ordeños, el ordeñador debe identificarla como vaca con «mastitis leve». Esto significa que se debe tomar una muestra de leche, garantizar la separación de esa leche y tratar a la vaca de acuerdo con el protocolo de tratamiento descrito para la mastitis leve. Visualmente esto significa: Otro enfoque sería el siguiente: Los protocolos de tratamiento deben establecerse en estrecha colaboración con el ganadero y adaptarse a su explotación y circunstancias. Para más información, ver:

¿Está funcionando el protocolo de tratamiento? 

Tanto al ganadero como a los ordeñadores agradecen disponer de protocolos de tratamiento detallados: de esta forma, todos saben exactamente cómo deben actuar. El veterinario también debe proporcionar su orientación y asesoramiento en este aspecto. Un ejemplo de granjas donde las vacas con leche anormal son tratadas en un área separada es producir un documento orientativo claro: